Para poner en contexto “Ofrenda a la tormenta” es aconsejable haber leído antes las dos primeras obras de la ‘Trilogía del Baztán’ de Dolores Redondo. No solo ayuda al seguimiento de la historia, sino también a profundizar en su argumento. Novela espléndida, muy ágil, enseguida atrapa al lector.
A lo largo del río Batzán, que nace en tierras navarras hasta su desembocadura en Francia, han ocurrido varias muertes de niños bajo el diagnóstico médico de ‘muerte súbita’, unos asesinatos que siguen un ritual. Al igual que en las entregas anteriores, “Ofrenda a la tormenta” sigue rodeada por la mitología de un valle ancestral a la que su población recurre con frecuencia ante sucesos inexplicables. En esta ocasión es Inguma, el monstruo que quita la vida de los lactantes mientras duermen.
Sinopsis
«El intruso retiró el muñeco y observó la carita de la niña… No había luz en su rostro y la sensación de estar ante un receptáculo vacío se acrecentó al llevarse de nuevo el muñeco a la cara para aspirar el aroma infantil, ahora enriquecido por el aliento de un alma.
La muerte súbita de una niña en Elizondo resulta sospechosa: el bebé tiene unas marcas rojizas en el rostro que indican que ha habido una presión digital, y además su padre intenta llevarse el cadáver. La bisabuela de la pequeña sostiene que la tragedia es obra de Inguma, el demonio que inmoviliza a los durmientes, se bebe su aliento y les arrebata la vida durante el sueño. Pero serán los análisis forenses del doctor San Martín los que convenzan a la inspectora Amaia Salazar de investigar otras muertes de bebés, que pronto revelarán un rastro inaudito en el valle.
El doctor Berasategui, detenido por Amaia y encarcelado, muere, entonces, inexplicablemente en su celda, lo que despliega una trepidante investigación que llevará a Amaia al auténtico origen de los sucesos que han asolado el valle del Batzán.
Y mientras, desde el bosque, una impresionante tormenta llega para sepultar la verdad más demoledora».
Dolores Redondo (San Sebastián, 1969) es una escritora de novela negra que se inició a los catorce años con relatos cortos y cuentos infantiles. En el año 2009 publicó su primera obra ‘Los privilegios del ángel’.
La ‘Trilogía del Baztán’ formada por ‘El guardián invisible’ (2013), ‘Legado en los huesos’ (2013) y ‘Ofrenda a la tormenta’ (2014) está considerada uno de los fenómenos literarios más importante de los últimos años. La aparición de ‘El guardián invisible’ hizo que la crítica la saludase como una de las propuestas más originales y contundentes de la novela negra en nuestro país. Ha sido un éxito en todo el mundo.
Peter Nadermann, productor alemán, responsable de las películas de la saga ‘Millennium’ de Stieg Larsson, adquirió los derechos de la Trilogía para su adaptación al cine. En 2017 se estrenó ‘El guardián invisible’ dirigida por Fernando González Molina, a la que siguieron las otras dos entregas (2019 y 2020).
Dolores Redondo ganó el premio Plantea 2016 con su obra ‘Todo esto te daré’.
Vista del valle del Batzán desde el puente de Muniartea en Elizondo.
“Ofrenda a la tormenta” comienza en el tiempo poco después del final de “Legado en los huesos”. Lo hace con la muerte de una niña por causas desconocidas, que se atribuyen a una ‘muerte de cuna’ o ‘muerte súbita del lactante’. Sin embargo, en un análisis posterior se distinguen unas marcas que señalan que ha sido asfixiada. Una muerte que parece enlazar con otros casos similares ocurridos años atrás aún no aclarados. El hilo conductor en esta ocasión vuelve a ser el río Baztán, llamado Bidasoa al abandonar Navarra, que discurre luego por Guipúzcoa y hace frontera en Irún antes de desembocar en Francia. La inspectora Amaia Salazar y sus compañeros de la comisaría de Elizondo son los investigadores de estas muertes de niñas menores de dos años que viven en torno al río y no han sido bautizadas. Cierre de la Trilogía del Batzan’, permite a la autora despejar algunas dudas que quedaron pendientes de las dos primeras entregas.
Si en ‘El guardián invisible’ era Basajaun, el señor del Bosque, personaje protector que avisa o previene a los pastores de la presencia de fieras y tempestades y en ‘Legado en los huesos’ varios condenados se suicidan dejando escrito con su sangre en la pared de la celda el nombre de Tarttalo, uno los seres más temidos, gigante de un solo ojo que se alimenta de ovejas y carne humana, en «Ofrenda a la tormenta” aparece Inguma: “El demonio que inmoviliza a los durmientes, se bebe su aliento y les arrebata la vida durante el sueño”, el espíritu de los sueños perturbadores que si la garganta te oprime mientras duermes significa que está cerca y te puede asfixiar. Sobre todos estos seres señala Amaia Salazar en ‘Legado de huesos’: “No se debe creer que existen, no se debe decir que no existen”. Cuenta Dolores Redondo que: “Una de las razones por las que varios representantes rechazaron estos libros (para adaptarlos al cine) fue la mitología”. Hasta que finalmente en el año 2017 comenzó a rodarse ‘El guardián invisible’ película a la que siguieron ‘Legado en los huesos (2019) y “Ofrenda a la tormenta” (2020) y donde la mitología vasca está siempre presente con esos seres fantásticos.
En una nota muy interesante al final del libro, Dolores Redondo refleja las pautas en que se basó para escribir su obra. Extraemos algunos párrafos:
Desde la publicación de ‘El guardián invisible’ (2013) me han preguntado en muchas ocasiones de donde surgió la novela. Siempre he respondido que puse en ella mucho de lo que me ha configurado personalmente: una familia matriarcal y el mundo mitológico que por suerte formó parte de mi infancia y que, con otros nombres, se ha preservado en el valle de Baztán como en pocos lugares; y también algunos aspectos que me fascinan literariamente y que tiene que ver con la progresión de una investigación policial. El deseo de lo que quería lograr, pero el germen…
… Fue una noticia de prensa, breve, siniestra, cargada de dolor, injusticia y miedo, suficiente para impactarme y quedarse como un fantasma omnipresente en mi memoria. El suceso desapareció de las páginas de los periódicos con la misma discreción con la que había aparecido, y a pesar de que indagué para encontrar alguna referencia más a aquel horrible hecho, el silencio parecía haber sepultado, como tan a menudo ocurre, la confesión de un testigo arrepentido que afirmaba haber participado junto a un grupo de personas en el crimen ritual de un bebé de apenas catorce meses. Los hechos habían ocurrido treinta años atrás (la fecha que fijé como nacimiento de Amaia Salazar) en un caserío de una localidad Navarra, y los propios padres de la niña la habrían entregado como sacrificio, haciendo desaparecer después el cadáver y uniéndose al riguroso pacto de silencio que todos los miembros de la secta habrían respetado hasta la actualidad.
«Se llamaba Ainara y tenía catorce meses cuando fue asesinada, poco más se sabe de ella”. Esta frase que aparecía en el artículo original se me quedó grabada a fuego y poco a poco, en mi mente, Ainara fue teniendo todo aquello que le habían negado, un rostro, unas pequeñas manos blancas, los ojos más tristes del mundo y unos inseguros primeros pasos. Al recuerdo de una niña que nunca conocí se sumó la constatación terrible de que los que debían amarla y protegerla fueron justamente los que le hicieron daño. Y además, la injusticia de un nombre olvidado, el agravio de no tener una tumba, la ferocidad de segar una vida que apenas comienza y justificarlo como parte de un ritual de fe, una oscura religión, un mágico culto al mal.
La historia está basada en aquella noticia, en un puñado de datos y muchas suposiciones. Me importaba resaltar la potencia de unas creencias para provocar actuaciones monstruosas. El mal, no los malvados, sino el mal.
“Ofrenda a la tormenta” es una novela muy interesante ambientada en un lugar lleno de leyendas como es el Valle del Batzan. Aunque se va volviendo más o menos previsible a medida que se acerca su final, no por eso resta tensión a su desarrollo.